(C) The Guardian
Los cinturones contenían Cobalto-60, un isótopo radiactivo del cobalto con una vida media de 5,27 años, y que podría causar una intoxicación si el cinturón se utiliza por más de 500 horas.
Según el periódico inglés The Guardian, un informe interno de la compañía señala que se alcanzaron a vender 49 cinturones. Asos asegura que ya le informaron a las posibles víctimas, y los cinturones que no se alcanzaron a vender ya están en una bodega para material radioactivo.
El fabricante de los cinturones para Asos, Haq International, se defendió de la polémica asegurando que “los cinturones contaminados no concuerdan con la descripción de los cinturones suministrados por Haq, o cualquiera de los 30 productos que les suministramos a la firma“. Según The Guardian, el dueño de la compañía, Faizan Haq, negó el permiso para revisar sus cinturones.
Un reporte interno de Asos para investigar la situación determinó que “el incidente es bastante común. India y el lejano oriente son los mayores consumidores de chatarra“, y durante el proceso de refinamiento “ocasionalmente las fuentes radioactivas se funden al mismo tiempo junto al metal por accidente“.


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