El Mississippi crece y lleva reptiles hambrientos a las ciudades inundadas
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Imposibilitados de anidar y cazar en sus reductos naturales, cocodrilos y serpientes navegan en busca de comida a través de los poblados anegados de EEUU.
Mientras miles de casas siguen debajo del agua, atravesadas por la fuerte corriente que avanza hacia el sur, los residentes en las costas aledañas han sido en su mayoría evacuados. Sin embargo, también los animales han tenido que abandonar sus lugares de residencia habituales para aventurarse a través de zonas anegadas buscando conseguir presas.
Las fuertes lluvias invernales, combinadas con el derretimiento progresivo de las copiosas nevadas que caracterizaron el último invierno norteamericano, hicieron crecer el nivel del principal río estadounidense a niveles históricos.
"La principal preocupación es la pérdida de las propiedades. La fuente de recursos de esta gente se ha ido con la corriente y eso ha arruinado a miles de personas valiosas, hogares y bioenes que podrán ser recuperados con el tiempo. Pero para la vida salvaje la situación también es estresante", señala Newell.
Mientras navega por las zonas anegadas, puede ver como los reptiles que se ven obligados a desplazarse río abajo ponen de manifiesto la otra cara del problema. A salir de su hábitat natural, se acercan a un poco confortable contacto con la gente. Tanto para ellos como para los humanos.
Mientras los cocodrilos más afortunados se toman un descanso reposando al sol sobre un tronco a la deriva, las autoridades dudan sobre las consecuencias que tendrá la apertura de canales aliviadores.
Por un lado, evitaría que las dos ciudades más importantes del estado de Louisiana se inunden. Por otro, es probable que miles de hogares y hectáreas de sembrados se vean seriamente afectados.
Las urbes de New Orleans y Baton Rouge estarían bajo agua si no hubieran tomado una medida similar en los días previos. Por último, el fantasma del desastre nuclear asoma para dar mayor urgencia a la nueva decisión, ya que además de refinerías petroleras, una central atómica adyacente al río podría quedar anegada.
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