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Un doblete de Messi enmudeció al Bernabéu.


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Luego de una polémica expulsión a Pepe, 'La Pulga' aprovechó un buen centro de Afellay para abrir el marcador. A tres minutos del final, en una jugada con sello propio, liquidó al Madrid para establecer el 2-0 y dejar al Barcelona a un paso de una nueva final de Champions League

Crédito foto: EFE



Luego de los partidos por la Liga española y la Copa del Rey, llegó el momento de los dos encuentros más importantes entre ambos archirrivales. Porque el vencedor de este cruce a ida y vuelta tendrá un lugar en la definición del máximo torneo continental, que se jugará en el mítico estadio de Wembley el próximo 28 de mayo.



El Barcelona fue claro dominador del juego desde el minuto inicial. Manejó a su antojo el balón en la mitad de cancha, pero extrañó la presencia de su cerebro, Andrés Iniesta, para romper el esquema defensivo de un rival que no tuvo intenciones de jugar en campo rival.



David Villa advirtió con una media vuelta que pasó a centimetros del palo derecho de Iker Casillas antes del primer cuarto de hora. Y en el minuto 24, Xavi Hernández se filtró dentro del área para definir por encima del cuerpo del portero madridista tras una buena asistencia de Lionel Messi.



Luego de aquel intento, hubo que esperar hasta el minuto 46 para ver una nueva jugada de riesgo. Fue el único intento del equipo blanco, cuando Cristiano Ronaldo remató con potencia desde 30 metros y logró exigir, por primera vez, a Victor Valdés, que hasta entonces sólo había participado del juego como un espectador de lujo.



Keita y Arbeloa se fueron a los vestuarios con discución mediante dentro del campo y, en el lío, Pinto, el arquero suplente del Barça, terminó siendo expulsado por introducirse en la pelea.



La segunda parte comenzó con el mismo protagonismo del Barcelona. Mourinho buscó fortalecer su ataque con el ingreso de Emannuel Adebayor por Mesut Özil, pero un gran imponderable cambiaría la ecuación: tarjeta roja para el portugués Pepe, hombre clave en el sistema de Mou, y a jugar, una vez más, un clásico con diez jugadores el Madrid.



A los dos minutos, lo perdió Pedro de cabeza dentro del área chica, tras una gran respuesta de Casillas ante el remate de David Villa. Y cuando parecía que el local podría sostenerlo, en el minuto 76 el holandés Afellay desbordó por la banda derecha y envió un gran centro al corazón del área para la definición solitaria de Messi.



El 1-0 significaba un castigo justo para el Real Madrid por el planteamiento poco audaz presentado por Mourinho y por lo elaborado por sus futbolistas dentro del campo. Pero "La Pulga", no conforme con esa ventaja, recorrió más de 20 metros con el balón en su pie derecho ante la marca merengue, llegó hasta las puertas del arquero español y, con gran calidad, definió cruzado para causar el delirio de los tres mil aficionados catalanes que llegaron a la Casablanca.



Luego de tres clásicos donde se dieron todos los condimentos posibles (empate en Liga, victoria del Real Madrid en Copa del Rey y victoria del Barcelona), el último capítulo de la saga se jugará el próximo martes 3 de mayo en el Camp Nou, recinto donde, la última vez que se enfrentaron ambos equipos, los catalanes golearon 5-0. En esta ocasión, Mourinho deberá cambiar su esquema y buscar las mejores variantes ofensivas para modificar la historia.

Un doblete de Messi enmudeció al Bernabéu.


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Luego de una polémica expulsión a Pepe, 'La Pulga' aprovechó un buen centro de Afellay para abrir el marcador. A tres minutos del final, en una jugada con sello propio, liquidó al Madrid para establecer el 2-0 y dejar al Barcelona a un paso de una nueva final de Champions League

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Luego de los partidos por la Liga española y la Copa del Rey, llegó el momento de los dos encuentros más importantes entre ambos archirrivales. Porque el vencedor de este cruce a ida y vuelta tendrá un lugar en la definición del máximo torneo continental, que se jugará en el mítico estadio de Wembley el próximo 28 de mayo.



El Barcelona fue claro dominador del juego desde el minuto inicial. Manejó a su antojo el balón en la mitad de cancha, pero extrañó la presencia de su cerebro, Andrés Iniesta, para romper el esquema defensivo de un rival que no tuvo intenciones de jugar en campo rival.



David Villa advirtió con una media vuelta que pasó a centimetros del palo derecho de Iker Casillas antes del primer cuarto de hora. Y en el minuto 24, Xavi Hernández se filtró dentro del área para definir por encima del cuerpo del portero madridista tras una buena asistencia de Lionel Messi.



Luego de aquel intento, hubo que esperar hasta el minuto 46 para ver una nueva jugada de riesgo. Fue el único intento del equipo blanco, cuando Cristiano Ronaldo remató con potencia desde 30 metros y logró exigir, por primera vez, a Victor Valdés, que hasta entonces sólo había participado del juego como un espectador de lujo.



Keita y Arbeloa se fueron a los vestuarios con discución mediante dentro del campo y, en el lío, Pinto, el arquero suplente del Barça, terminó siendo expulsado por introducirse en la pelea.



La segunda parte comenzó con el mismo protagonismo del Barcelona. Mourinho buscó fortalecer su ataque con el ingreso de Emannuel Adebayor por Mesut Özil, pero un gran imponderable cambiaría la ecuación: tarjeta roja para el portugués Pepe, hombre clave en el sistema de Mou, y a jugar, una vez más, un clásico con diez jugadores el Madrid.



A los dos minutos, lo perdió Pedro de cabeza dentro del área chica, tras una gran respuesta de Casillas ante el remate de David Villa. Y cuando parecía que el local podría sostenerlo, en el minuto 76 el holandés Afellay desbordó por la banda derecha y envió un gran centro al corazón del área para la definición solitaria de Messi.



El 1-0 significaba un castigo justo para el Real Madrid por el planteamiento poco audaz presentado por Mourinho y por lo elaborado por sus futbolistas dentro del campo. Pero "La Pulga", no conforme con esa ventaja, recorrió más de 20 metros con el balón en su pie derecho ante la marca merengue, llegó hasta las puertas del arquero español y, con gran calidad, definió cruzado para causar el delirio de los tres mil aficionados catalanes que llegaron a la Casablanca.



Luego de tres clásicos donde se dieron todos los condimentos posibles (empate en Liga, victoria del Real Madrid en Copa del Rey y victoria del Barcelona), el último capítulo de la saga se jugará el próximo martes 3 de mayo en el Camp Nou, recinto donde, la última vez que se enfrentaron ambos equipos, los catalanes golearon 5-0. En esta ocasión, Mourinho deberá cambiar su esquema y buscar las mejores variantes ofensivas para modificar la historia.

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