Irán acusa a Irak de causarle tormentas de arena.
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El fenómeno meteorológico, que obligó a cerrar escuelas y oficinas públicas y a cancelar vuelos, no tendría un origen natural, según el régimen de Teherán
Crédito foto: Reuters
Vientos de gran violencia, que desplazan enormes cantidades de arena, castigan desde hace cinco días a la región iraní que limita con Irak. Es algo bastante habitual en la zona, pero parece que el régimen islámico no lo considera natural, al punto que la prensa de ese país -abrumadoramente oficialista- ha decidido responsabilizar a sus vecinos, especialmente a Irak, de haber causado esta tormenta.
¿De qué manera?, es la pregunta que surge naturalmente. Sería debido a la intensa deforestación en curso en las naciones fronterizas con Irán que causa la desertificación de los suelos y favorece el movimiento de la arena. Más aún, Teherán considera que esta tala de árboles es un castigo por la decisión de construir diques en territorio iraní.
"Nos están llegando sin cesar desde el oeste tormentas de arena particularmente violentas", declaró Touraj Hemmati, funcionario a cargo de temas ambientales en la provincia de Khuzistán, cercana a Irak.
Además de obligar a suspender actividades, este castigo del desierto provoca malestar físico en las personas. En la región, ya se contabilizan más de 120 hospitalizaciones.
Los legisladores escribieron una carta al presidente Mahmud Ahmadinejad, exigiendo que el gobierno detenga estas tormentas de arena, convencidos al parecer de que, así como "alguien" puede provocarlas, otros pueden hacerlas cesar...
Cuestión de fe...
Fuente: AFP
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