Dos jóvenes iraníes arrestadas por ir a ver fútbol.
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Ambas amigas lograron ingresar de manera clandestina a un estadio de Teherán, actividad prohibida para las mujeres por las leyes de inspiración islámica que rigen en el país
Crédito foto: Internet Movie Data Base
En este caso, la ficción se anticipó a la realidad: hace unos meses, Offside, un largometraje de un realizador iraní, Jafar Panahi, denunciaba la situación de la mujer en la sociedad islámica a través del caso de varias muchachas que se disfrazaban de hombres para poder ver partidos de fútbol.
Panahi terminó en la cárcel por éste y otros films. Fue condenado a seis años de prisión por "actividades antigubernamentales".
Según el sitio de noticias Peykeiran, las dos jóvenes fueron detectadas y arrestadas en las gradas del estadio Azadi de Teherán, mientras asistían al partido entre Esteqlal y Persepolus. Su pasión futbolística les costó cara: están en detención preventiva a la espera de un juicio. Considerando el rigor del código penal islámico, nada bueno puede esperarse.
Las mujeres tienen prohibido por ley asistir a los partidos de fútbol. Cuando vio cómo le negaban la entrada a su propia hija a un estadio, el cineasta Panahi decidió filmar Offside. En el film, un grupo de adolescentes intenta asistir a un partido clasificatorio para la Copa del Mundo. Al ser detectadas en la fila, son retenidas por un grupo de soldados en un lugar desde donde pueden escuchar, pero no ver el juego.
La acción transcurre en el mismo estadio donde ahora la ficción se hizo realidad.
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