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Buscan penalizar el manoseo en Chile.



Rodrigo Bustamante
Santiago de Chile
BBCMundo.com

Hasta penas de cárcel podrían arriesgar quienes se aprovechen de las aglomeraciones en el transporte u otros sitios de afluencia masiva en Chile para toquetear y acosar a las mujeres, luego que parlamentarios presentaran un proyecto para tipificar los "agarrones" como un delito de acoso sexual en la vía pública.

La medida es apoyada por el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) y busca corregir un vacío legal que califica a estos actos sólo como una falta, pero además fomentar un cambio cultural que incite a las afectadas a denunciar los hechos, y a los cercanos a prestar ayuda.

"El abuso y los toqueteos en lugares públicos tienen una enorme ocurrencia en nuestro país, y el 17% de las denuncias que estamos recibiendo es por este tipo de situaciones, especialmente de mujeres jóvenes que no saben qué hacer, se asustan, y por lo tanto no hacen nada", expresó a BBC Mundo la ministra del Sernam, Carolina Schmidt.

En la capital Santiago se produce la mayor parte de estos ataques. Y si bien han existido siempre encontraron en el Metro un lugar de concentración desde 2007, cuando la lenta puesta en marcha del Transantiago multiplicó la cantidad de usuarios del tren subterráneo en un 81% respecto del año anterior.
Contra la invisibilidad
Campaña contra el acoso sexual en lugares públicos de Chile

Otros países como Brasil implementaron medidas para reducir este problema

Una de las impulsoras del proyecto es la diputada del Partido Regionalista de los Independientes (PRI) Alejandra Sepúlveda, quien planteó que uno de los objetivos principales es poner de relieve un hecho que muchas veces pasa desapercibido.

"Lo más relevante es que hoy día una conducta de este tipo, que la sufre el 95% de las mujeres y se produce fundamentalmente en las más jóvenes y las adolescentes, ya no va a ser algo invisible para la sociedad sino que vamos a tener penas, multas y un registro de este tipo de conductas", dijo a BBC Mundo.

En lugares como México o Brasil se utiliza un sistema de separación en el Metro, con vagones exclusivos para mujeres durante las horas punta. Esto ayudó a que, en los últimos tres años, las cifras de acoso o tocamientos bajaran un 75% en el país azteca, donde la ley condena este delito con entre 2 y 7 años de prisión.

La cárcel es el último rango al que apunta el proyecto que recién se empieza a discutir en Chile, y sus impulsores creen que la sola calificación del acoso callejero como delito ya traerá resultados positivos.

"Creo que daríamos un buen ejemplo si es que podemos tener una legislación en que esto sea un delito claramente tipificado, y que podamos hombres y mujeres convivir de manera digna, educada, en conjunto en distintos lugares, sin tener que dividirnos", sostuvo la ministra Schmidt.

Actualmente en Chile este tipo de falta tiene una multa que va entre unos US$60 y unos US$320.
El poder de las mujeres

La socióloga y psicóloga Kathya Araujo es autora de un estudio sobre experiencias sociales y la evaluación de derechos por parte de las mujeres, y cree que la opción de penalizar el acoso es positiva siempre que no se centre todo en lo judicial.

"Uno tiene que considerar que las personas no sólo van a responder a penalización sino también a ciertas campañas, sensibilizaciones o maneras de empoderar a las propias mujeres en relación con su cuerpo, y el desarrollo de una cierta civilidad social", señaló la profesora de la universidad Academia de Humanismo Cristiano.

"Creo que el proyecto es muy bueno pero es un poco irrealista porque es difícil que alguien se dé el tiempo por un agarrón, que a veces para uno igual es algo como chico, perder tanto tiempo, plata y pasar malos ratos. Yo no llegaría por lo menos a esas instancias"

Francis Mella, estudiante de periodismo.

Dependiendo de cómo se apruebe la futura ley una denuncia por acoso callejero debería ser ratificada ante tribunales, y eso es algo a lo que no muchas mujeres estarían dispuestas, como el caso de Francis Mella, estudiante de Periodismo.

"Creo que el proyecto es muy bueno pero es un poco irrealista porque es difícil que alguien se dé el tiempo por un agarrón, que a veces para uno igual es algo como chico, perder tanto tiempo, plata y pasar malos ratos. Yo no llegaría por lo menos a esas instancias", indicó.

Tanto los diputados como el gobierno esperan que a fin de año o a principios de 2012 pueda promulgarse una ley que necesitará de una especial discusión para evitar que puede llevar a confusiones, según puntualizó la ministra del Sernam.

"No se pretende con esto sancionar que alguien vaya pasando y tocó sin querer o sin intención, y que se preste para malos usos. Se tiene que discutir, porque no busca que se genere una estampida de abusos", aclaró.

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