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Falso antídoto contra la inflación: menos cantidad por el mismo precio

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Las empresas no pueden aumentar los precios por la lenta recuperación de la economía. Pero deben pagar más caros los insumos por el alza de las materias primas


La estrategia de las empresas responde a un comportamiento de los clientes. "La mayoría de la gente es mucho más consciente del precio que del tamaño de los envases o paquetes", afirmó Edgar Dworsky, editor de Mouseprint.org, un blog que examina los avisos de las empresas. Si el precio aumenta, la reacción inmediata del consumidor es abandonar una marca y pasarse a la más barata.

Abundan los ejemplos. Tropicana redujo el envase de jugo de naranja exprimido. Los helados Häagen-Dazs, aduciendo mayores costos achicó a 396 gramos su tradicional pote de medio kilo. Varias marcas de detergente pasaron sus envases de 88 a 70 mililitros por una suba en las materias primas.

"Se paga lo mismo por menos", setenció Tod Marks, editor de la revista estadounidense Consumer Report.

El costo que pueden pagar las empresas por esta maniobra es la pérdida de lealtad de sus clientes. Muchos se preguntan por qué no aumentar los envases cuando los costos de las materias primas eran menores o estaban en baja.

El fenómeno inflacionario es mundial. La ONU informó el jueves que febrero fue el mes de alimentos más caros de los últimos 20 años, según su índice especializado en esta materia.

La suba en el precio de los alimentos y la pérdida de poder adquisitivo es una de las razones de los alzamientos de los pueblos en Medio Oriente y norte de África.

¿Cómo darse cuenta del engaño? Las firmas cambian las etiquetas o tapan la cifra del contenido final del envase. Otra alternativa es pasarse a las marcas propias de los supermercados, que suelen ser más baratas y no realizan este tipo de cambios repentinos.

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