Cómo criar a un niño para que no tenga sobrepeso.
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Expertos aconsejan no prohibir alimentos por su efecto contraproducente. En cambio, recomiendan incentivar el deporte y enseñarles a autorregular su apetito
Los padres que suelen prohibir ciertos alimentos, como dulces, papas fritas o pizza, probablemente provoquen un efecto bumeran. Tales vedas pueden conducir a que los niños se oculten para comerlos en secreto o a que escondan comida, lo que puede desencadenar un trastorno de la alimentación.
"Estos niños tienden a volverse locos cuando están cerca de alimentos prohibidos", sostuvo un especialista al diario Washington Post. "Un adolescente le dijo a su madre: 'Puedo comer todo lo que quiero cuando no estás cerca, porque nunca sé cuándo voy a hacerlo de nuevo'".
El endocrinólogo David Ludwig, profesor asociado de la Harvard Medical School y director de la clínica de obesidad del Hospital Infantil de Boston, sostuvo que muchos padres poseen ideas erróneas sobre lo que constituye una dieta saludable. "Regularmente vemos a padres que tienen buenas intenciones pero que implementan dietas que tienen una calidad nutricional terrible ", aseguró el autor del libro Terminando la batalla por la comida.
Ludwig explica que muchos progenitores creen que las galletas con formas y colores o los macarrones con queso envasados son saludables, a pesar de que éstos están cargados de calorías y su valor nutricional es casi nulo. "Hay muchos malentendidos nutricionales, en gran parte impulsados por la industria alimentaria."
El pediatra Lessin aconseja no suministrarles ni gaseosas ("una lata al día representan 15 libras por año"), ni jugos artificiales ("agua con azúcar"), ni comidas rápidas. "Si desean que sus hijos bajen de peso, deben armarse de conocimientos básicos sobre nutrición adecuada", dijo. "No hay magia", agregó.
En cuanto a la actividad física, los expertos le otorgan un lugar fundamental y aconsejan que sean los mayores quienes les den el ejemplo a los más chicos.
"Un padre que dice: 'Ve a hacer un poco de ejercicio' mientras está acostado en el sofá" no es probable que tenga éxito", reveló Mirza.
"Lo primero que debe hacer es apagar el televisor" y acabar con la práctica generalizada de poner un set de TV en las habitaciones de los niños", dijo Ludwig. Los niños que pasan más de dos horas al día viendo televisión o con los videojuegos son más propensos a tener sobrepeso que los demás niños.
Finalmente, es muy importante que los padres no se conviertan en la "policía" de los alimentos. En lugar de decir: "Eso es suficiente", es preferible preguntar a un niño: "¿Hay espacio en tu estómago para más?". Eso les enseña a autorregularse y a no depender de una fuerza externa que les diga que se detengan.
Fuente: The Washington Post
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